Por primera vez se reunieron 14 aspirantes a ser candidatos de Morena en la contienda por el gobierno de Michoacán; 7 mujeres y 7 hombres que fueron llamados por el Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Nacional de Elecciones; es decir, en el encuentro con Mario Delgado estuvieron aquellos a los que la dirigencia del partido considera referentes, aunque también hubo algunos que podríamos considerar colados: Anita Sánchez y Fidel Calderón, por mencionar sólo un par de ejemplos.

Cristóbal Arias, Raúl Morón, Alfredo Ramírez, Carlos Torres, Víctor Báez, Juan Pérez y Fidel Calderón asistieron al cónclave. Y para garantizar la equidad también fueron convocadas Selene Vázquez, Itzé Camacho, Blanca Piña, Yolanda Guerrero, Ana Lilia Guillen, María de la Luz Núñez y Anita Sánchez. Fue evidente la ausencia de Fabiola Alanís, la morenista mejor posicionada, pero se entiende debido a que forma parte del gobierno federal.

No fue una reunión de acuerdos, fue más bien una catarsis colectiva de los morenistas que sacaron a relucir disputas internas o plantearon a Mario Delgado reclamos como que la convocatoria al proceso para definir candidato da pocas garantías a los militantes o que no se definió si en Michoacán se impone cuota de género. Algo debió quedarle claro al dirigente nacional de Morena: la ruta de construcción de consensos para sacar una candidatura de unidad es un camino empedrado, y difícilmente transitará un candidato impuesto mediante acuerdos de la cúpula partidista.

Trascendió que, una vez más,  Cristóbal Arias no quedó bien parado frente a Mario Delgado, como le ocurrió en Michoacán cuando feministas encapuchadas le recordaron sus antecedentes de violencia de género. Esta vez, Selene Vázquez denunció que ha recibido amenazas desde el equipo del senador por promover que las candidaturas a gubernatura de Morena sean definidas con base en el principio de paridad.

Mario Delgado también pudo darse cuenta que Cristóbal Arias está aislado de Morena en Michoacán, y que entre todos los presentes es precisamente el senador protegido de Ricardo Monreal el que menos capacidad tiene para construir acuerdos entre los referentes y militancia morenista. Si bien, el cónclave morenista  no dejó ninguna ventaja para nadie, para “El cachorro de Churumuco” si representó una salida en falso en la carrera para alcanzar la candidatura del partido guinda.

Al salir de la reunión de aspirantes a la gubernatura de Michoacán, Cristóbal Arias se movió al terreno que más le favorece, el de la simulación: junto con su esposa se tomó una foto con Mario Delgado como si eso fuese suficiente para despejar los señalamientos en su contra por violencia de género (contra su propia pareja) y violencia política (contra Selene Vázquez). Para abonar al engaño, su encargado de prensa Arturo Herrera publicó en redes sociales la imagen del senador junto al dirigente nacional de Morena, a la que acompañó con la frase; “Michoacán: Humo blanco”, a pesar de que otros 13 morenistas también posaron a la diestra del presidente del partido. Humo blanco para todos, y para nadie.