Morelia, Michoacán.- Lo que se podría calificar como “una serie de eventos desafortunados” disiparon el posible ascenso que tenía en mente el Senador Cristóbal Arias para su carrera política. Ahora más que un despegue o ascenso, Cristóbal atraviesa una turbulencia, una que apunta en picada hacia abajo.

Los detractores de la realidad dirán que la metáfora es exagerada, que son pequeños rasguños de los que se puede reponer el senador. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y para que puedan ver, aquí mostraré datos duros, no subjetivos.

El 5 de agosto pasado fue levantada una encuesta de preferencia electoral de Parametría, en la que, para sorpresa de algunos, el senador Cristóbal Arias no estaba solitario en la cima de las encuestas de preferencia electoral de MORENA, pues el actual presidente municipal de Morelia, Raúl Morón, le rozaba los talones con una diferencia del 3%. En su momento no se le dio importancia a este hecho.

Poco más de un mes después, el 7 de septiembre, la casa encuestadora Demoscopia publicó los resultados de su encuesta, en la que Arias estaba en un empate técnico con Morón, pues Arias contaba con un 26.56% mientras que Morón tenía un 25.95%. Aquí ya empezaba a preocupar la disputa de la candidatura, o por lo menos, les debió preocupar. Pero el senador simplemente no figuraba, no se le vio en reuniones del partido al que quiere representar en las elecciones. Su poca o nula respuesta ante la realidad de las encuestas que lo empezaban a sofocar sin que lo supiera, reflejaban una actitud que pudiera tildarse como soberbia.

Pero poco duraría su falta de presencia, pues el 11 de septiembre, un grupo de mujeres feministas se manifestaron en un evento al que asistió el senador, reprobando la posible candidatura de Arias por sus antecedentes de violencia de género e intento de feminicidio.

El mismo día la casa encuestadora Facto Métrica levantó otra encuesta que a la postre mostraría a Cristóbal Arias con una preferencia de voto del 27%, mientras que Raúl Morón contaba con el 39%. Los peores escenarios posibles se juntaban y engendraban uno peor para Arias: Su pasado de agresor de mujeres regresaba para cobrarle factura, y su rival en la contienda política le llevaba más de 10 puntos de diferencia.

Para rematar, propios y extraños han reprobado la candidatura de Cristóbal Arias, mientras que simultáneamente, su rival Raúl Morón volvió a salir ventajoso en los resultados de la encuesta de C&E, dada a conocer  el 19 de septiembre. En esta encuesta Raúl Morón se posicionó con 37% de preferencia, mientras que Arias contaba con un 25%. Arias va en picada mientras que Morón, de manera inversamente proporcional al colapso del senador, repunta como primer lugar.

Como dije, es una caída libre y en picada. Todo indica que no se ve un final feliz para el senador Arias, a menos que un milagro lo salve. De lo contrario puede tomar el ejemplo de Margarita Zavala, y retirarse a tiempo de la contienda para no empeorar aún más su imagen.