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Asesinan a 24 personas en un centro de rehabilitación en Guanajuato

Este miércoles, un comando irrumpió en un centro de rehabilitación del municipio de Irapuato, en el estado de Guanajuato, para abrir fuego en contra de un grupo de hombres. Las autoridades municipales informaron de un saldo de 24 víctimas y siete heridos tras el ataque.

Este es el más reciente episodio de violencia en una entidad que se ha convertido en un polvorín y reto para las autoridades mexicanas.

Los sicarios llegaron al lugar ubicado en la colonia Arandas y obligaron a los hombres a tirarse al suelo. Después dispararon contra ellos con armas largas, ha explicado el secretario de Seguridad Ciudadana de la entidad, Pedro Alberto Cortés Zavala. El funcionario ha dicho a la prensa que el lugar, llamado Recuperando mi vida, no operaba con ningún tipo de permiso como centro de rehabilitación. Por esto se le considera un centro de reclutamiento de los grupos criminales que operan en la región. Diego Sinhué Rodríguez, gobernador de Guanajuato, ha condenado los hechos y ha dicho que “la violencia generada por la delincuencia organizada” priva la vida de los más jóvenes y roba la paz de las familias de la entidad.

Las brutales imágenes difundidas en las redes sociales muestran un deprimente lugar a las afueras del municipio de Irapuato en las que se ve una montaña de cuerpos ensangrentados tirados en el suelo. Los anexos, como se les llama en México a los centros de rehabilitación, han sido escenarios de disputas entre grupos rivales de la delincuencia organizada durante los años más oscuros de la guerra contra el narcotráfico. Son sitios elegidos por sicarios para eliminar a rivales de bandas contrarias, quienes están desarmados. Este tipo de matanzas han ocurrido en Estados como Chihuahua, Sonora, Nuevo León y Tamaulipas.

En los últimos días, Guanajuato ha sido escenario de nuevos actos de violencia que hacen de este Estado, en el centro del país, uno de los más violentos de México debido a las luchas internas dentro del cartel Santa Rosa de Lima, una organización que comenzó robando combustible y diversificó sus operaciones criminales, y el acoso de la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad creado por López Obrador.