Venta de helados, el arte de Federico Anguiano por más de 20 años
Fotos y texto: Javier Guerrero/Contraluz
Las altas temperaturas que han alcanzado hasta los 32 grados centígrados en las horas más soleadas del día y el retraso en la temporada de lluvias han beneficiado a las paleterías y a quienes se dedican a la venta de helados, sin embargo, el debastado de hielo que hay en la ciudad ha provocado que estos comercios se encuentren en dificultades.
Aún en las carencias, Federico Anguiano, heladero de profesión desde hace 20 años, ha encontrado un método para seguir ofertando sus productos, pues su procedimiento es diferente: el uso de cartuchos para enfriar en refrigeradores especiales.
Una vez a la semana, Anguiano prepara las deliciosas nieves que ofrece en el Jardín Morelos, justo frente al Santuario Guadalupano, para refrescar a las personas que transitan por la zona. Seis sabores son los que se pueden disfrutar como limón, fresa, vainilla, coco, chocolate y de pasta; siendo los favoritos los dos primeros porque «son a los que la gente los refrescan mejor», comenta.
Su negocio, fundado hace 70 años, es herencia familiar siendo el único que ha continuado con la tradición, sin embargo, mantiene la esperanza de que sus nietos quieran dedicarse a la venta de nieve de garrafa. «Somos ya muy pocos los que nos dedicamos a este negocio porque ya todo es maquinaria».
Federico Anguiano llega puntual a las 10:00 horas y termina su jornada a las 18:00, cuando el sol empieza a menguar, donde ofrece helados desde los 20 a los 30 pesos.
