Uruapan le llora a sus muertos; claman justicia
Contraluz
En medio de un cielo gris, a las afueras de la parroquia de Guadalupe, amigos y habitantes con lágrimas en los ojos esperan en duelo la salida de los féretros. Los cohetes anuncian el luto.
Con mucho silencio y respeto, reciben la bendición divina y ruegan por el eterno descanso, la música de mariachi anuncia el final de ceremonia religiosa, poco a poco comienzan a salir las personas.
Uno por uno los ataúdes son acompañados al exterior de la iglesia, “me mataron a mi niño”, grita con coraje una madre, algunos aplausos se hacen escuchar.
Entre las notas de “Amor Eterno”, las familias cargan a sus muertos y los suben a sus carrozas; El cielo de Uruapan también les llora, a nadie le importó mojarse, el luto pudo más.
Poco a poco fueron avanzando los vehículos, harán su último recorrido hacía los panteones, ahí tendrán su eterno descanso, mientras los habitantes vociferan y piden que su edil renuncie, el odio a Víctor Manríquez se hace notar.