A finales de agosto, más de 150 lobos marinos aparecieron muertos en Cabo San Lázaro en el municipio de Comondú en Baja California Sur, pero inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que acudieron al sitio pidieron a pescadores, investigadores y especialistas no revelar la información del suceso, del cual se filtraron fotografías 12 días después del hallazgo.

Hasta el momento, las autoridades ambientales siguen guardando silencio, por lo que organizaciones ambientalistas demandan que se esclarezca la muerte masiva de esa especie protegida, pues han comenzado a circular versiones de que murieron por pesca incidental, marea roja, envenenamiento y hasta por extracción de sus órganos sexuales.

“Desde esa fecha se conocía, la Conanp dio parte a Profepa y vinieron sus inspectores el viernes 4 (de CdMx) a La Paz –eran tres–, así como llegaron a La Paz, fueron al sitio, se regresaron y a todo mundo le dieron instrucciones de no decir nada. Ni la delegación aquí de Profepa te dice nada, ni la oficina regional de la Conanp, tampoco dice nada, yo busqué a la gente de la Red de varamientos, tampoco les dejaron decir nada, hay un hermetismo total. Ahora que ya salió esto a la luz, Profepa y Semarnat siguen sin decir nada”, denunció Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.

Por separado, Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (Azcarm), así como el activista Antonio Franyuti de Animal Heroes señalaron que alrededor del suceso se ha presentado un hermetismo en la información, lo que hace levantar sospechas sobre las causas que provocaron la muerte masiva y un sinfín de hipótesis que urge aclarar.

“Los animales aparecieron en la playa muertos, a algunos los aventó la marea para afuera, Profepa y la Red de varamientos tomaron muestras y ahorita están en esa etapa. Hay diferentes versiones de pescadores y la gente que sabe, pero nada oficial, parece ser que murieron por tóxico, llámese marea, roja o contaminación, es una de las versiones no confirmadas”, dijo Ernesto Zazueta.

Cabo San Lázaro se localiza en la región del Golfo de Ulloa, una zona de importancia pesquera, y por lo tanto de alta incidencia de enmalle de especies marinas en las redes de pesca, pues desde hace años se ha documentado la muerte tanto de tortugas caguama, lobos marinos y delfines, así que Alejandro Olivera y Antonio Franyuti coincidieron en que esa podría ser una de las causas de la mortandad.

“Ya han ocurrido problemas como estos, los anteriores fueron con las tortugas caguama, y estuvimos a punto de ser embargados con la pesca de atún por la pesca incidental y esto pareciera ser, porque no hay motivos para pensar que hay marea roja, pareciera ser pesca incidental y el haber dicho que ocultaran la información suena gravísimo”.

Alejandro Olivera tampoco cree en la versión de la marea roja, pues no se registró mortandad de ninguna otra especie, y aunque algunos lobos encontrados muertos tienen rastros de laceraciones con redes, esos accidentes pudieron ser previos a la muerte, dijo.

“Si hubiera sido marea roja, se hubiera visto mortandad en otros organismos como peces o aves, un envenenamiento por causas antropogénicas sería muy dirigido a la especie, se usan venenos para pescar con un tóxico muy específico para lobos marinos o podría ser alguna enfermedad que se hayan contagiado, pero también está la hipótesis de que pudieron haber cortado sus órganos sexuales porque existe el mercado en Asia”, destacó.

De tal forma, los expertos demandaron a las autoridades transparencia en este caso, esclarecer lo que pasó a fin de que se generen más sospecha y especulaciones.