OPINIÓN

Queréndaro: Más allá de las sombras de Zinapécuaro

Queréndaro ha sido señalado injustamente tras los hechos violentos de Zinapécuaro, pero quienes vivimos aquí sabemos que esta es una historia diferente. Mientras otros lugares sufren abandono, en Queréndaro hay gobernabilidad y liderazgo real. La presidenta Diana Caballero no solo gobierna desde la oficina; está en las comunidades, escuchando y resolviendo.

La violencia es un problema regional, pero en Queréndaro hay esperanza porque hay acción. Diana ha tejido lazos con el gobierno estatal y federal para enfrentar los desafíos de seguridad, y su cercanía con la gente ha fortalecido la confianza en su administración.

Este municipio no es inmune a los problemas, pero tampoco se rinde. Queréndaro no es Zinapécuaro, y aunque compartimos retos, aquí se respira un aire distinto: el de una comunidad que sabe que no está sola y que sigue construyendo su propia historia, paso a paso, con liderazgo y unión.