#Morelia

«Ojalá fuera muro para que sí me cuidaran”; resonó el #8M en Morelia

«Ojalá fuera muro para que sí me cuidaran”; resonó el #8M en Morelia

Andrea Hernández/ Morelia en Línea

El negro y el morado, las lonas y pancartas, los gritos y reclamos las consignas y alegatas inundaron hoy la avenida Madero. Un río violeta cruzó la ciudad de oriente a poniente y en sentido contrario; dos frentes, la misma exigencia: justicia y seguridad para las mujeres, las víctimas, las familias…para todas.

“Ni una más, hoy grito por las que ya no están”, ese fue el reclamo general.

Jessica, Gaby, Nilda, Citlali, Gaby, Paty, Lu, Mary…y una interminable de lista de nombres de mujeres muertas a manos del machismo y el abuso de poder, fue expuestas en decenas de carteles. Lista a la que en los 3 meses de este año se han sumado más de 60 nombres.

Las vallas metálicas colocadas para resguardar los muros del Palacio de Gobierno y evitar que las mujeres hicieran visible en ese espacio su rabia y exigencias fueron abiertas, y en respuesta uniformados se hicieron valer de extintores, gas lacrimógeno, balas de goma y bombas de pintura para dispersar al contingente.

“Nos tienen medio, porque nosotras no tenemos miedo, nos queremos libres y seguras”, se escuchaba fuerte y contundente en un extremo de la Catedral de Morelia, sobre la avenida Madero, donde la Asamblea de Mujeres de Michoacán emitió una serie de posicionamientos con las demandas de tolerancia cero a la discriminación, el acoso, la desigualdad, la violencia y los ataques por razón de género.

A unos pasos, en el acceso principal de la sede del ejecutivo estatal la unión de esfuerzos para luchar contra los muros de metal se extendió por varias horas, el fuego, las palancas metálicas y palos de madera, fueron solo alguno de los “aliados” que buscaban de rival los muros.

“La batalla se movió” minutos antes de que se dispersaron por completo los contingentes y que la Policía de Morelia realizará detenciones, había dos frentes de lucha, algunos lo llamaron “división de contingentes”, para otros fue una forma de replicar la rabia, el coraje que emana de conocer las historias de las 10 mexicanas que mueren al día.

El saldo no fue blanco, tres heridos es el saldo preliminar. Cientos de afectados por los gases y las balas de goma lanzadas sin ton ni son, las cuales alcanzaron por igual a mujeres, niños, periodistas y personas que pasaban por el lugar. Pancartas rotas, mantas quemadas y pañuelos sucios, nada logró ahogar el grito universal: “ojalá fuera muro para que sí me cuidaran”.