A casi un año de haber iniciado una de las obras más ambiciosas del actual gobierno estatal, el proyecto del teleférico en Uruapan ha generado tráfico lento en puntos clave como el libramiento oriente y la entrada a la ciudad por la autopista.

Esta situación ha provocado molestias entre algunos conductores y usuarios del transporte público, quienes han visto aumentar sus tiempos de traslado debido a los cierres y desvíos necesarios para el avance de la obra.

Sin embargo, un amplio sector de la ciudadanía considera que el proyecto tendrá un impacto positivo a largo plazo. Según opinan, el teleférico podría solucionar uno de los problemas más graves que enfrenta Uruapan: el estado del servicio de transporte público.

Muchos residentes han expresado su descontento con las condiciones de las unidades, que en su mayoría son obsoletas y requieren mantenimiento urgente.

Además, señalan que el mal manejo por parte de algunos operadores pone en riesgo la seguridad de los pasajeros.

Uno de los incidentes más recordados, y que sigue presente en la memoria colectiva, es el vuelco de un camión del transporte público en la ruta por el mural de La Quinta, ocurrido poco antes de que comenzaran los trabajos del teleférico. Este accidente, que ocurrió en medio de protestas de transportistas, dejó al descubierto las fallas en el sistema actual y reforzó la necesidad de buscar soluciones alternativas.

A pesar de las complicaciones temporales, los defensores del proyecto confían en que el teleférico no solo aliviará la carga del tráfico en la ciudad, sino que también proporcionará un medio de transporte más moderno, eficiente y seguro para los habitantes de Uruapan. Con la obra avanzando hacia su finalización, la expectativa de un cambio significativo en la movilidad urbana sigue en aumento.