Militar era obligado a personal médico que se encontraba secuestrado en hotel
Además de los 13 enfermeros procedentes de Monterrey, Nuevo León, que fueron víctimas de extorsión en el hotel Ambos Mundos, un militar proveniente de Chiapas también fue enganchado.
El uniformado que pernoctaba en el inmueble de avenida Revolución 135 fue obligado a presionar al personal médico para que sus familiares pagaran importantes cantidades de dinero como supuesto rescate de su secuestro.
La familia de una de las víctimas sí hizo un depósito en una cuenta bancaria, en tanto que un grupo de entre cuatro y cinco enfermeros se había organizado para recabar otra cantidad.
De acuerdo con las investigaciones iniciadas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), todo el personal médico se encontraba en el mencionado hotel, pero conforme avanzaron las negociaciones entre extorsionadores y víctimas, un grupo de seis enfermeros fue llevado al hotel Bonn, localizado en la calle 18 de julio número 45, en la colonia Escandón.
Horas después del depósito, la FGJCDMX recibió una denuncia de la propia familia del militar con la que se desplegó un operativo de policías de investigación y elementos de la Guardia Nacional.
En sus primeras declaraciones ante el Ministerio Público, los enfermeros comentaron que sus agresores se identificaron como integrantes de la Unión Tepito y otros señalaron que eran del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Posiblemente los delincuentes pusieron atención en los enfermeros cuando éstos publicaron una foto en redes sociales, acompañada de mensajes en los que anunciaron que viajaban a la Ciudad de México.
La FGJCDMX identificó el número telefónico desde donde se cometió el secuestro virtual en el penal de Altamira, Tamaulipas, desde donde se realizaron llamadas tanto a las víctimas, así como a sus familiares, para darles instrucciones y exigirles dinero a cambio de no hacerles daño.
La dependencia agregó que a través de los testimonios de las víctimas determinaron que los extorsionadores utilizaron a algunos de los retenidos para darle instrucciones a los demás.
De las diligencias también se desprende que los supuestos extorsionadores ejercían presión sobre los afectados, con el argumento de que serían detenidos, pues sabían que en sus habitaciones tenían droga y armas, por lo que debían seguir las indicaciones de una persona, también víctima, a quien posiblemente obligaron, con amenazas, a hacerse pasar como uno de ellos”, se abundó en un comunicado.
Fuentes allegadas a la investigación refirieron que los extorsionadores pudieron estar coludidos con personal de los hoteles en los que fueron retenidos.
Este tipo de extorsiones tan complejas son planeadas por grupos delictivos que operan desde las prisiones. En este caso tuvieron que contar con el apoyo de personal del hotel, como son recepcionistas, quienes llevan el registro de los huéspedes”, dijo la fuente.
Agregó que en estos casos es difícil que las víctimas denuncien por temor a seguir siendo extorsionadas.