Abel González Rojas, policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, y sus dos hijos fueron asesinados este fin de semana en la comunidad de Yebucivi, en el municipio mexiquense de Villa Victoria.

Días antes de su homicidio, el 7 de julio exactamente, aparecieron varias mantas colgadas en el Estado de México, en las que presuntamente la Familia Michoacana advertía al personal de la FGJ de la entidad que la guerra en su contra había comenzado .

“Comunicado urgente para todo el Estado de México ¡la guerra ha comenzado! con todos los putos ministeriales de mierda (sic)”, rezaban las mantas.

Además, subrayaban a las demás dependencias de gobierno que “la guerra no es en su contra, solo es en contra de la FGJEM”.

“Así mismo con todo lo que huela a Fiscalía, se les ca a reventar su puta madre por rateros y meterse con gente inocente (sic)”, se leía en el mensaje.