La propuesta legislativa que buscaba establecer la alternancia de género en la titularidad del Poder Ejecutivo en Michoacán fue retirada del orden del día del Congreso local, lo que detuvo temporalmente su análisis y discusión en el pleno.

La iniciativa planteaba que, a partir del proceso electoral de 2033, los partidos políticos y coaliciones postularan de manera alternada a mujeres y hombres para la gubernatura del estado, con el objetivo de avanzar en la representación paritaria en los más altos cargos públicos.

Su impulso estuvo inicialmente respaldado por el Grupo Parlamentario del PRD; sin embargo, tras la salida de la diputada Brissa Ireri Arroyo Martínez de esa bancada —lo que derivó en su disolución—, la propuesta perdió el respaldo necesario para avanzar en el proceso legislativo. La legisladora argumentó como motivo de su renuncia actos de violencia política de género al interior del grupo parlamentario.

Aunque la iniciativa no se aplicaría de forma inmediata al próximo proceso electoral, buscaba sentar las bases legales para garantizar el acceso equitativo de las mujeres a la gubernatura a partir del siguiente periodo. Legisladoras de distintas fracciones han señalado que la discusión de este tipo de medidas es fundamental para reducir las brechas de género en los espacios de poder.

El tema generó diversas reacciones dentro y fuera del Congreso, algunas de ellas en contra de la propuesta bajo el argumento de que podría limitar derechos políticos. Sin embargo, también abrió el debate sobre la necesidad de avanzar hacia una representación política más incluyente y con perspectiva de género.

Actualmente, Michoacán se encuentra entre las entidades del país que no ha sido gobernada por una mujer, a diferencia de otras como Colima, Guerrero y el Estado de México, que han tenido avances significativos en este rubro.

Se prevé que el tema pueda retomarse en futuras legislaturas, una vez que exista consenso y condiciones políticas para su discusión.