Fieles “le cumplen” a la Morenita del Tepeyac

Desde diversos puntos del estado, arribaron este 12 de diciembre las peregrinaciones hasta el Santuario de Guadalupe en Morelia
Andrea Hernández / Morelia en Línea
La mandas se pagan. No importa el frío, el dolor físico, el cansancio, la desvelada, ni siquiera el riesgo de contagio de la Covid-19, así lo dejaron en claro los miles de fieles que acudieron ante los pies de la Virgen de Guadalupe en su día.
“No se permitirán bandas, ni el acceso a personas hincadas” se anunció hace días desde la rectoría del conocido como templo de San Diego, pero esto no se cumplió. La fe y el respeto al valor de la palabra, de quienes en nombre de un favor, un milagro, han prometido a la Virgen de Guadalupe alguna manda, fue más fuerte que los protocolos y las advertencias.
Cientos de miles de devotos recorrieron lagos caminos, a pie y en vehículos, para llegar ante el altar de la Reina de México, en su día, en la fecha en la que se conmemora el 490 aniversario de las apariciones de la Virgen al indio Juan Diego.
“Sí es doloroso, es pesado, pero lo fue más cuando casi pierdo a mi hijo. Le dije a la Madre que me lo prestara más tiempo, que me ayudara a tenerlo con vida y me lo concedió, por eso estoy aquí pagando una deuda”, comenta entre lágrimas una devota que está a metros de llegar arrodillada ante el recinto religioso.
En torno a la fe se vive una fiesta, la verbena que desde hace semanas se instaló en los alrededores del santuario guadalupano, llega hoy a su máximo esplendor. Las cañas, las gorditas de nata, las enchiladas, la amplia variedad de tacos, las bebidas tradicionales y objetos varios, son parte de la fiesta y ayudan a aminorar los dolores y el cansancio de los fieles.
A la par, autoridades eclesiásticas y civiles se han unido en un llamado único a respetar y mantener las medidas de sana distancia ante un latente riesgo de contagio de coronavirus. Portar cubrebocas y usar gel antibacterial, se han vuelto las únicas medidas viables ante la imposibilidad de mantener la sana distancia, entre los miles de devotos que se dan cita para honrar a la morenita del Tepeyac.