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Es momento e honrar a Zapata concretando el zapatismo con la visión de la cuarta transformación: Hirepan Maya

Ciudad de México a 23 de agosto de 2019.- “Decir Zapata es decir también zapatismo, el programa de reivindicaciones agrarias, sociales, étnicas y políticas mantiene una vigencia hasta nuestros días desde el planteamiento revolucionario de Emiliano Zapata”, expresó el secretario de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, Hirepan Maya Martínez.
El diputado señaló que conmemorar 100 años del asesinato de Emiliano Zapata es reivindicar 100 años de lucha del zapatismo, “sin Zapata o con Zapata como estandarte y referente central de las luchas y de la dignidad campesina e indígena del pueblo de México, del territorio nacional”.
Recordó que esta lucha se centra en el principio de la defensa del territorio y los derechos a la comunidad y el disfrute de los recursos naturales.
“Esta exposición de imágenes debe ser ante todo parte de un homenaje y también un nuevo ciclo histórico en la activación de una política de reivindicaciones agrarias, campesinas, étnicas, sociales y territoriales.
“Sin Zapata y las herencias del zapatismo no habrá suficiencia alimentaria para el país, repartición justa de la riqueza, ni reivindicación de las demandas de autonomías de los pueblos indígenas.
“Esto es Zapata para los legisladores. Emiliano Zapata y su siglo de lucha son necesarios para alentar el giro democrático y de cambio de régimen de nuestro país”, manifestó.
Y reivindicó la trascendencia y pertinencia del legado zapatista en este momento de cambio en México: “Una nación sin corrupción, sin desigualdad, en donde el pueblo, los campesinos, los grupos étnicos y urbanos son el centro y el motivo de la política pública de la cuarta transformación nacional”.
“La Revolución Mexicana, dijo, sigue siendo un largo rumor que va dejando silencios y voces a medio decir. Quizá su secreto mejor guardado sea la figura del general Emiliano Zapata y del zapatismo.
“En ellos se confunden el tiempo histórico y el mito, sigue vigente el intento de profundizar en la magnitud social y política de las luchas agrarias, campesinas e indígenas”.
“La revolución agraria de Zapata no es estrictamente suya, es una construcción social y política de larga duración, un relámpago que avanza en las nuevas luchas de las tierras por la autonomía”, concluyó.