El oportunismo político tiene cara en Michoacán
En tiempos de elecciones los chapulines saltan a la vista de todos, como si se tratara de tiempo de lluvias, y si en Michoacán le ponemos rostro a este insecto, sería la del príncipe de la meseta purépecha, que buscó ser el caltzontzin de todo Michoacán.
Licenciado en derecho por la UMSNH, y con unas de las “estructuras” sociales más amplias en todo el estado, nuestra pieza de ajedrez (guiño), hace gala de su gran olfato político.
Hijo de fundadores del Partido de la Revolución Democrático, el nicolaita, llegó muy joven a la política por su “activismo” estudiantil, mostrando grandes dotes de “analista”.
Siendo presidente de dicho partido y luego dando un gran brinco amenazador, y arropándose bajo el manto de la morena, haremos un análisis de nuestro personaje.
Lo cierto es que, a la distancia parece que estos dos grandes aspectos de nuestro político, son reales falacias. Veamos el por qué.
Dice ser que tiene una gran estructura, misma que no cuida o protege, o ¿por qué dos de sus mejores cartas, diría la vieja escuela, dos de sus mejores cuadros, quienes estaban en el Congreso del Estado, lo desbancaron y volvieron a brincar a su antiguo partido?
O su presidente municipal, el rey del oro verde, que fue el primero que no se sintió protegido y prefirió regresar a las filas del salvajismo.
Como pasaba en la vieja escuela (que sigue siendo la escuela política que rige a México), el licenciado hace uso de sus “bases” para conseguir dividendos políticos, utilizando estos de último momento y no por su perspicacia política, si no porque no le alcanza para algo más.
Es decir, pues, nuestra pieza que se sitúa en el A1, H8, A8 o H1, carece de esta perspicacia, pues como se menciono, parte de sus mejores piezas lo han abandonado, mostrando así que no analiza tanto como se cree.
Añadido a esto, el diputado ahora de bancada independiente, tuvo la oportunidad de acompañar al partido en el poder, pero él decidió apostar su juego a un grupúsculo, el cual perdió todo en 2018, haciendo un análisis súper fallido, mismo que le pudo haber dado la candidatura para la próxima elección.
Ahora con el cambio abiertamente de partido, nuestra pieza del gran tablero político, perdió la posibilidad de ser el candidato al gobierno del solio de Ocampo, por lo cual, trata de manipular y chantajear, cual vil porro estudiantil (guiño), un lugar, primero para él, en esta elección y ya después, si se le permite y tiene ganas, tal vez negocié algo para su “estructura”.
Como recomendación, nomás les digo que no les vendan piñas en tiempos de elecciones.