#Michoacán

Derrama turística se contrapone a rituales de Día de Muertos en Michoacán

El estado de Michoacán, en el occidente de México, celebra la Noche de Muertos con una serie de rituales que se enmarcan en el sincretismo religioso, combinando creencias del pueblo purépecha con las oraciones y los santos del catolicismo.

De acuerdo con cálculos del gobierno del estado, en estas fechas se espera la llegada de 300 mil turistas con una derrama de 250 millones de pesos, un respiro para la economía local que ha batallado contra los parones obligados tras dos años de pandemia.

Sin embargo, la gran afluencia de personas termina por interrumpir las principales ceremonias en las comunidades de la zona: Erongarícuaro, Janitzio, Santa Fe de la Laguna, Jarácuaro, Ihuatzio, Tzintzuntzan, Pichátaro, Tzurumútaro y Arocutín.

En este último pueblo, con menos de 700 habitantes, el cementerio se ubica frente al templo de Nuestra Señora de la Natividad, construido a finales del siglo XVI.

Entre el 1 y 2 de noviembre el lugar se llena con cientos de velas y flores de cempasúchil, un auténtico centro ceremonial donde las oraciones no se pueden realizar porque son interrumpidas con una suerte de invasión de celulares, que todo lo retratan y graban, con transmisiones en vivo para redes sociales o canales de YouTube.

Es hasta la madrugada que los moradores se quedan solos y entonces sí realizan sus rezos sin contratiempos.

La horda de curiosos e interesados en conocer esta tradición purépecha no es mal vista por los pobladores, pues se genera un consumo a quienes ofrecen cena o incluso transporte en la ribera del Lago de Pátzcuaro.

Una mujer entrevistada por Contraluz aseguró que a veces los turistas no respetan los momentos más íntimos, como es la propia misa que se oficia a la medianoche, pero también se muestra paciente, dado que conforme avanzan las horas se quedan solos con sus difuntos, mismos que de acuerdo a la cosmogonía purépecha, son guiados por un arco monumental colocado a un costado la entrada principal de la iglesia.