Cristobal Arias, vestigio de la política que no evolucionó
Una de los errores más comunes en la militancia de la izquierda es la creencia de que se puede prescindir de la autocrítica en el avance del movimiento. Este error además de común es muy grave, pues puede desembocar en el estancamiento del movimiento, en evitar la “profesionalización” de los cuadros dirigentes, así como también de una posible desvinculación de la actividad transformadora para con la realidad. Esto último se puede identificar fácilmente cuando un cuadro no sabe adaptarse al avance de la sociedad, a nivel político, económico, social, cultural, etc.
Este vicio es, además, doloroso de ver, pues los “representantes” de la izquierda pueden llegar a caer en posiciones “reaccionarias”, conservadoras, o como calificó el Presidente: “fifís”, aún sin que ellos sean conscientes de ello. Un ejemplo claro es el senador Cristóbal Arias, figura un tanto “histórica” -en más de un sentido- en el círculo de la política en Michoacán, que parece desentendido de los cambios en la política michoacana.
Un suceso que ilustra a la perfección que Cristóbal Arias está desfasado del relevo ideológico en la izquierda fue su desafortunado encuentro con las feministas michoacanas y sus demandas, quienes le recordaron la otra cara de su pasado que él y su esposa quisieran olvidar. Hasta ahí bien, pero fue la reacción del senador Arias la que denotó que ya representa otro tipo de valores que no compaginan con la 4T: aludiendo que las demandas no eran legítimas, que su pasado era algo personal, que el movimiento era orquestado y era un golpe interno porque él era “el favorito”.
¿Es que las demandas de mujeres no son legítimas? ¿Es que una figura pública entonces puede ser un golpeador de mujeres de manera impune porque es “su vida personal”? ¿Y es que las mujeres no se pueden organizar para denunciar una injusticia? Las respuestas a este tipo de preguntas posicionan al senador Cristóbal Arias como el aspirante favorito a candidato a gobernador… por México Libre (al fin que también tiene experiencia en partidos fallidos) ¡No por Morena!
Ya no hablemos ahora de sus ausencias en la Cámara de Senadores, o de su posicionamiento en cuanto a temas de la agenda ciudadana, como: derechos de las mujeres, cuestiones ambientales o leyes de protección animal. Ya ni mencionemos los viajes pagados y su desapego por el partido de AMLO que le dió cobijo cuando se encontraba en el ocaso de su carrera política.
La cuestión no es si Cristóbal Arias puede o no puede ser candidato a gobernador. ¡Pues claro que puede! Solo que no sea con Morena, porque los vicios del poder que carga, sus posturas políticas más tradicionalistas, conservadoras y en ocasiones hasta reaccionarias, empalman más con el PES, con el PAN o con México Libre, ahí sí que sería el aspirante favorito a ser candidato.