Chapuzón, carnitas y risas: así se escapa del calor en Michoacán

Fotos: Iván Villanueva/Contraluz
Michoacán arde bajo el sol de primavera. El termómetro, implacable, se dispara por encima de los 35 grados, y en los hogares, las sombras y los ventiladores ya no bastan. Ante esto, las familias buscan alivio en un refugio tradicional: los balnearios.
Desde temprano, la carretera se llena de autos cargados con hieleras, bolsas de pan, costales de fruta y parrillas portátiles. Es la clásica escena de cada año, pero ahora con mayor intensidad. En los balnearios más conocidos, como Los Cocos, San José de las Torres o El Edén, los estacionamientos se abarrotan antes del mediodía.
Los niños saltan emocionados al agua antes incluso de que sus padres terminen de extender las cobijas sobre el pasto. En una esquina, un grupo de jóvenes se lanza clavados desde el trampolín, mientras en otra, los adultos encienden el carbón para asar carne. Se mezclan los aromas del chorizo, las tortillas calientes y la sandía recién cortada. El bullicio es constante: risas, gritos, música de cumbia y rancheras que suenan desde bocinas improvisadas.
“Con este calorón, no hay de otra. Aquí estamos con la familia, con los primos, con los amigos, disfrutando como se debe”, dice don Manuel, mientras vigila a sus nietos chapoteando en la alberca. Su hija, María, acomoda los platos de plástico y destapa una jarra de agua de jamaica. “Es bonito ver que todos se juntan, que el trabajo, el estrés y todo eso queda allá afuera”, comenta con una sonrisa.


El aumento de visitantes es notorio. “Desde marzo empezamos a ver más gente, y ahora, en abril, estamos a tope”, explica Carolina Ramírez, encargada de un balneario en Cuitzeo. “La gente busca agua, sombra y convivencia. Y aquí lo encuentran.”
Para muchos, la visita a un balneario es más que un simple escape del calor. Es una tradición, un espacio donde las familias refuerzan lazos, donde los niños construyen recuerdos y donde, al menos por unas horas, la rutina y las preocupaciones se disuelven en el agua fresca.


