Contraluz

Bunny, cómo se hace llamar, baja a gran velocidad por una de las empinadas calles del Centro de Morelia, para frenar tuvo que usar la suela de sus ‘Cortez’ blancos, inmediatamente hizo voltear a los que deambulaban por la acera, una bici ‘chola’ con estilo de sobra.

Con letra gótica anuncia su vehículo ‘Low Rider’, espera a que sus dos amigos lo alcanzan para después continuar su camino con rap de fondo.

Viste un pantalón a rayas holgado, una camisa de manga corta para presumir la tinta de sus tatuajes, un escapulario en el pecho que le brinda protección divina.

De su bici, nos cuenta orgulloso que ya cuenta con todos los accesorios existentes, su inversión ronda los 20 mil pesos pero dice, vale la pena rodar así. El cromo está por todos lados, una mezcla de partes de auto y bicicleta la hacen especial, además su baja altura podría arrebatarle la cabeza a cuanta hormiga se les cruce.

De la López para el mundo, Bunny y sus dos amigos presumen también fotografías de su celular en donde se observa el club al que pertenecen, todos con el estilo chicano y aunque acepta que son víctimas de prejuicios, también muchas personas les piden tomarse una foto con ellos o modelar a un lado de sus bicicletas.

La historia de este estilo de vida se remonta a 1979 cuando los mexicanos en Estados Unidos colocaban bolsas de arena en las cajuelas de sus vehículos -de modelos antiguos- para que se diferenciaran del resto al bajar la suspensión.

Con el tiempo y una mejor economía fueron detallando sus autos convirtiéndolos en obras de arte, en las bicicletas sucedió algo similar. El Centro de Morelia es el punto de reunión del ‘Crew’ y los domingos por la tarde la cita, puedes acercarte a ellos para conocer más sobre los valores de este estilo de vida, su cultura y tomarte una foto de recuerdo.