Érick Francisco “F”, acusado del feminicidio de Ingrid Escamilla, será sometido a rigurosos exámenes en áreas como psiquiatría, psicología y medicina forense para determinar si sufre algún trastorno mental o intenta manipular a las autoridades mediante un escenario de posible suicidio para evitar ir a un reclusorio.

Así lo manifestaron autoridades asignadas a este caso que ha generado indignación social al señalar que pruebas podrán realizarlas peritos de la Fiscalía General y del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México.

Sin embargo, dijeron que no se descarta recurrir a otras instituciones como el hospital psiquiátrico Fray Bernardino a fin de que los especialistas evalúen la salud mental del imputado y emitan un dictamen que permita mayor claridad al Poder Judicial capitalino.

La jueza de control que lo vinculó a proceso generó críticas al determinar enviarlo al Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial, donde un grupo interdisciplinario atiende las diferentes necesidades piscoemocionales de los casi 220 “interno pacientes” que cumplen una condena o se encuentran bajo proceso.

En opinión Gabriel Regino, abogado penalista y experto en temas de seguridad y justicia, en el caso de Ingrid, el sospechoso del feminicidio no es inimputable y debe responder a la justicia como una persona “normal”.