Redacción

Armando Pérez Luna y Miguel Ángel Zavala, ambos aspirantes a candidaturas en el municipio de Maravatío asesinados la tarde de lunes, representan una interferencia de grupos criminales en el proceso político local, con el objetivo de eliminar a potenciales adversarios políticos.

«Todo parece indicar que en efecto se trató de la intromisión de los intereses de los grupos criminales para quitarse de en medio a los posibles candidatos, que en ese momento eran precandidatos», declaró.

López Solís ha destacado la importancia de investigar a fondo este lamentable incidente, que ha cobrado la vida de dos individuos en la antesala de la contienda electoral, razón por la que personal de la institución continúa con las diligencias.

El titular de la FGE subrayó la preocupación ante la violencia que ha alcanzado niveles alarmantes en el ámbito político, afectando directamente la integridad de quienes participan en él. Aunque se han registrado denuncias de algunos precandidatos sobre posibles amenazas, no se ha revelado el número exacto de casos reportados ante las autoridades.

«En determinadas regiones, sobre todo en aquellas que por su historia de violencia criminal están muy identificadas, podemos hablar de una situación de riesgo para quienes aspiran a conducir los destinos de sus municipios. Ha sido una práctica, ya acreditada y documentada por nuestras investigaciones, que los integrantes de los grupos criminales desean influir sobre quienes puedan ser las candidatas o los candidatos, para ya durante la etapa del ejercicio gubernamental cobrar esos compromisos”.

López Solís también desmintió la versión de que Pérez Luna y Zavala hayan solicitado protección a la Fiscalía antes de ser asesinados, lo que indica un clima de inseguridad que prevalece en la región.

Pese a que en la región existe la disputa de al menos cuatro grupos delictivos, ninguno de ellos ha reclamado la responsabilidad por estos homicidios.