Año Nuevo, una fiesta que no llega para todos

Andrea Hernández/ Morelia en Línea

Mientras en miles de hogares comienza la cuenta regresiva para el inicio del 2022, existe un lugar donde el tiempo parece no avanzar y los días y las noches solo se distinguen por la salida y puesta del sol: las afueras de los hospitales.

La cena, la familia reunida y el ambiente festivo no se hacen presentes en la llamada Ciudad Salud, donde las uvas se cambian por rezos y los rituales de bienvenida al año nuevo se sustituyen por anhelos de bienestar para quienes se encuentran internados recibiendo atención médica.

Los 12 deseos se presentan en forma de plegarias por la salud de los seres queridos, mientras el frío se hace presente y se crean lazos entre aquellos que pasarán la última noche del año sobre camas improvisadas en las aceras de los hospitales civil e infantil.

“Aquí se pasa mucho frío, es poco lo que se tiene de opción para comer…nosotros llegamos el martes y no sabemos cuándo podremos regresar a casa, pero el año nuevo lo empezaremos aquí, eso es un hecho”, menciona una mujer a las afueras del nosocomio civil.

La unión no se hace esperar, entre quienes esperan recibir bue as noticias y diagnósticos favorables la solidaridad se hace presente y se comparten más que el pan y la sal, se comparten angustias, miedos y también alegrías.

Son bastas y diversas las historias que acompañan a cada una de las personas que despiden el año en un hospital, ya sea adentro o fuera, con medicamento o trabajando, esperando información o concentrando los datos, al final el hospital no es el lugar en el que se anhele pasar el primero de los 365 días de un nuevo año.