Desde las primeras horas del domingo, la Plaza Morelos de Uruapan comenzó a llenarse de flores, veladoras y personas que acudieron a despedir al alcalde Carlos Manzo Rodríguez, asesinado la noche anterior durante el Festival de las Velas.

El féretro fue colocado frente al Palacio Municipal, acompañado de una guardia de honor y de funcionarios locales. A su alrededor, ciudadanos se formaron para dejar ofrendas, encender velas y mostrar su solidaridad con la familia del edil. El ambiente fue de tristeza y silencio, interrumpido ocasionalmente por aplausos espontáneos y consignas que pedían justicia.

Durante el homenaje, la viuda del alcalde, Grecia Itzel Quiroz, dirigió unas palabras de agradecimiento a la población y recordó el compromiso de su esposo con el municipio. “Carlos trabajó hasta el último día por Uruapan”, expresó, recibiendo una ovación de los asistentes.

En la ceremonia también participaron autoridades estatales y federales, quienes reiteraron su condena al crimen y su compromiso con la investigación. Algunos momentos estuvieron marcados por la tensión, cuando entre los asistentes surgieron reclamos por la situación de seguridad que vive la región.

La banda municipal interpretó piezas solemnes mientras el féretro era cubierto de flores blancas. Más tarde, el cortejo fúnebre avanzó lentamente por el centro histórico, acompañado por ciudadanos que caminaron con velas encendidas.

La despedida concluyó al caer la tarde, en un ambiente de duelo colectivo y exigencia de respuestas. La población de Uruapan rindió homenaje a su alcalde con respeto, mientras las autoridades prometieron esclarecer los hechos y garantizar que no haya impunidad.