Sentir el voto: el desafiante camino de «El señor de los ciegos» hacia las urnas.
Fotos y texto: Juan Carlos Arreygue/Contraluz
Acompañado de su bastón, David Sosa, conocido también como “El señor de los ciegos”, emprende un viaje de aproximadamente un kilómetro desde su casa hasta su casilla electoral para emitir su voto.
Lo que podría parecer una tarea sencilla está lejos de serlo, como persona ciega enfrenta un grado de dificultad mayor. Su trayecto está lleno de obstáculos: calles mal pavimentadas y pendientes pronunciadas que complican aún más su recorrido.
Afortunadamente, a escasos metros de llegar a la Escuela Primaria Fernando Montes de Oca, ubicada en la colonia Niños Héroes, David encuentra a un par de mujeres que le ofrecen un «aventón». Al llegar al plantel educativo, el personal del INE se acerca a él para apoyarlo en lo que necesite.
Un funcionario de casilla, conocido de David, lo asiste de inmediato para encontrar la mesa donde va a emitir su voto. Mientras avanza por el patio de la primaria, algunas personas le gritan desde lejos: “¡Ey, don David!”.
David responde alegremente a los saludos y bromea diciendo: “Esperaba no ser reconocido”. Al llegar a la mesa donde le solicitan su credencial, se encuentra con otro de sus vecinos, quien lo apoya en la búsqueda de boletas en braille.
Para David, es fundamental que existan este tipo de boletas para personas ciegas, ya que, como él mismo refiere, “ha habido ocasiones en las que no hay boletas en braille, y uno tiene que votar al tanteo”.