Una alarmante agresión al director de cine Roberto Fiesco ha dejado en evidencia la decepcionante actuación de la Policía Morelia bajo el mando de Alfonso Martínez, ya que el agresor quedó impune tras el incidente.

El cineasta relató los perturbadores eventos que vivió en pleno corazón del Centro Histórico de Morelia, en el contexto del Festival Internacional de Cine de Morelia. Según sus declaraciones: «Anoche en Morelia, alrededor de las once y media de la noche, mientras caminaba hacia el hotel por la avenida Madero, que cruza todo el centro de la ciudad, me encontré de frente con tres jóvenes que parecían estar disfrutando de su noche.

El que se dirigía hacia mí, a un metro de distancia, se abalanzó sobre mí y me propinó un fuerte golpe en la cabeza con el puño cerrado».

Fiesco señaló que, tras el ataque, observó a pocos metros una patrulla de la Policía Morelia.

Inmediatamente, se acercó a los agentes para explicar lo sucedido y les informó que los agresores continuaban caminando por la avenida Madero.

Sin embargo, la respuesta de la policía fue desalentadora: «Comenzamos a seguirlos lo más rápido que pudimos, pero los policías no reaccionaron de inmediato. Parecía que lo pensaron detenidamente antes de decidirse a seguir a los agresores».

La actuación de la policía capitalina fue aún más preocupante cuando Fiesco intentó exigir que tomaran medidas contra los agresores. Según su testimonio, las autoridades le ofrecieron una explicación confusa, argumentando que como no tenía heridas visibles ni sangre, era «su palabra contra la mía (la del agresor)».

Solo le pidieron su nombre y edad, anotaron la información en un chat y le dijeron que llevarían al agresor a Barandilla. Además, le sugirieron que presentara una denuncia ante el Ministerio Público y que esperara a ver qué sucedía.

El aclamado cineasta expresó su desazón: «Es doloroso comprender que no se puede hacer mucho legalmente para detener la violencia.

Perdónenme por el pesimismo, pero estoy desconcertado y desilusionado». También compartió una foto del agresor y la patrulla involucrada, poniendo fin a esta historia.