INAH confirma que lingote de oro hallado en México es vestigio de la Noche Triste
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó este jueves que un lingote de oro, que forma parte de su exposición ‘Noche triste’ de este año, data de hace 500 años y coincide con la huida de Hernán Cortés.
El instituto señaló en un comunicado que, entre los episodios del proceso de Conquista que serán rememorados este 2020, existe un testimonio material único: un tejo de oro que se hundió en los canales de México-Tenochtitlán.
«Gracias a análisis científicos recientes, es posible afirmar que sí corresponde a la huida de la isla, emprendida por Hernán Cortés y sus huestes el 30 de junio de 1520», expuso el INAH en un comunicado.
El lingote, de 1.930 kilogramos, fue descubierto a mediados de 1981, durante la construcción de la Banca Central (Bancen), en las inmediaciones de Avenida Hidalgo.
En 2019, Francisco Bautista, empleado del Sistema de Administración Tributaria, ubicada en esa zona, lo encontró a 4.80 m de profundidad y se encargó de entregarlo a los arqueólogos.
«Lo interesante es que la ubicación del hallazgo concordaba con el camino seguido por Cortés y sus hombres en la ‘Noche triste’: el canal de Toltecaacaloco; quedando sepultado en su lecho, hasta que casi 460 años más tarde fue descubierto por don Francisco», señala el instituto.
El ‘tejo de oro’ llegó a las manos del director general del INAH, a manos de Gastón García Cantú, quien a su vez le informó al mandatario en turno José López Portillo.
Pese al hallazgo, el doctor Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor (PTM), del INAH, señaló que, pese a las coincidencias de los hechos históricos con la barra metálica analizada, es necesario hacer nuevos estudios.
«A pesar de la ubicación del hallazgo, el 13 de marzo de 1981, al norte de la Alameda Central, en correspondencia a la ruta de la célebre fuga; y las características propias de la barra metálica, la cuales coinciden con bastante exactitud a las referidas en fuentes históricas, se consideró necesario hacer nuevos estudios con tecnología de punta para autentificarla», refirió.
El estudio ‘El tejo de oro’ forma parte de las colecciones del Museo Nacional de Antropología (MNA); junto con seis piezas del Penacho de Moctezuma del Weltmuseum de Viena, y el Guerrero de Texcoco del Museum of Art de Cleveland.
El arqueólogo López explicó, durante la conferencia ‘El oro del Templo Mayor y la conquista de Tenochtitlán’, en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que desde la década de los 70 se han efectuado estudios de la composición química de varias colecciones arqueológicas, “poniendo énfasis en su contenido porcentual relativo de oro, plata y cobre”.
Para dicho estudio, López contó que se utilizó el equipo portátil bautizado como ‘Sandra’, dotado entre otras cosas, con Fluorescencia de Rayos X (XRF), una probada técnica multielemental de alta sensibilidad, no destructiva, no invasiva y sumamente rápida.
“En fechas recientes realizamos 23 lecturas de XRF en regiones distintas de esta pieza y, como consecuencia, descubrimos que era muy homogénea químicamente: con porcentajes variados de oro, plata y de cobre.
Si se comparan estos valores con los consignados en la gráfica de zonas geográficas mesoamericanas de uso, nos percataremos que el lingote se sitúa dentro del grupo de piezas recuperadas por el Proyecto Templo Mayor», detalló.
El arqueólogo concluyó que el lingote fue elaborado entre noviembre de 1519 y junio de 1520, por los “plateros” de Moctezuma que residían en Azcapotzalco, bajo la supervisión y los estándares de los conquistadores españoles. Se confeccionó en las Casas Viejas de Axayácatl, fundiendo un conjunto de joyas e insignias de orfebrería mexica, a una temperatura de 950° C.
«El ‘tejo de oro’ se exhibe en el Museo Nacional de Antropología como dramático testigo material de la Conquista española y testimonio arqueológico único de la llamada ‘Noche triste’”, finalizó.