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“Siempre supe, pero no entendía”, Lucy alza la voz este mes del orgullo

La estilista compartir parte de su historia y como, contra burlas y ataques, logró ser una de las primeras mujeres trans en legalizar su cambio en Michoacán

Andrea Hernández/ Morelia en Línea

Verse frente al espejo y escuchar “esa vocecita que te hace reflexionar sobre lo ves y lo que debes hacer”, fue lo que por años acompañó a Lucy, quien contra señalamientos, dudas y burlas ha logrado grandes cosas como mujer transexual.

“Yo siempre lo supe, lo dudé, me cuestioné. Iba a la escuela y veía que mi uniforme era un pantalón y el de las niñas falda y yo me preguntaba porqué no podía llevarla yo, veía a los niños con sus juegos y actitudes, como más bruscos, más violeta y sabía que no quería estar ahí, ser así. En realidad siempre supe, pero no entendía”, comenta.

Al recapitular en su vida, reconoce que desde el kinder sintió el conflicto interno de verse de una forma y quererse comportar de otra, por lo que se dice convencida de que se deben tomar en cuenta las opiniones e inquietudes de los niños desde pequeños.

Y aunque hoy es una estilista reconocida y considerada, con una red de apoyo sólida, como muchas historias de cambio de género para Lucy no siempre fue así. “Mi papá era machista, un hombre de Guerrero que nunca estaba de acuerdo, fue de lo primeros en identificar que yo no era lo que se veía…desde pequeño siempre vio en mi eso y desde pequeño quiso marcar que yo era hombre y tenían que gustarme las niñas. Para él debió haber sido difícil que su hijo, el primero, no iba a ser hijo”
Fue más cercano a la pubertad, alrededor de los 8 años, cuando comenzó a alzar la voz y pedir “zapatos que fueran muy femeninos, aunque sabían que nos me los iban a comprar”. Fue a los 17 años cuando “comencé a probar” fajas y pelucas, el interés por explorar y mostrar su verdadero yo. Dos años después nació Lucy.

Y es que desde la secundaria se asumir como homosexual y fue en la prepa cuando “deje salir un poco lo que sentía dentro de mi” y encontró apoyo y protección en su grupo de amigos.

“En la prepa me deje crecer el pelo y me dijeron que me lo tenía que cortar y preferí darme de baja, para mi eso era mutilación. Sacrifique mis estudios para estar a gusto y en paz conmigo, con lo que soy, ha sido lo mejor que he decidido”, afirma.

Afirma que el denominado “mes del orgullo” representa libertad, pero es también u momento de reflexión acerca de “lo que se hace desde adentro”. Invita a la sociedad a involucrarse, interesarse y explorar más lo que significa ser homosexual, transexual, tener gustos únicos y ganas de sentirse bien con lo que se siente y lo que se ve.