Por primera la pequeña Carola se puso el uniforme y conoce a sus nuevos compañeros de clases
Andrea Hernández/ Morelia en Línea
Morelia, Michoacán.- Hoy de nuevo sonó el despertador. Por primera vez en su vida Carola se puso el uniforme, desayunó y fue a la escuela a conocer a sus nuevos compañeros y una nueva dinámica escolar.
Y es que la última vez que la pequeña fue a la escuela, en marzo de 2020, era estudiante de tercero de prescolar, ahora cursa segundo grado de primaria. El último año, igual que más de un millón de estudiantes en Michoacán y millones más más todo el país, sus clases fueron a distancia.
Hoy la computadora no forma parte de sus útiles escolares como en el último año, así será a lo largo de la semana en la que, en apego al sistema híbrido, ella asistirá junto a 9 de sus compañeros de grupo a clases presenciales. El resto de los integrantes del grupo de 20 alumnos de colegio particular en Morelia en el que está inscrita, esperarán una semana más para volver a las aulas.
La emoción ha podido más que la desmañanada. La dinámica ha sido muy diferente, “yo solo me levantaba como 10 minutos antes de la clase y me conectaba en la computadora, mi papá me peinaba y hoy me levanté de noche y desayuné y mi mamá me trajo a la escuela porque vivimos muy lejos», comenta.
Aunque la instrucción emitida por las autoridades estatales el pasado viernes fue que este lunes volverían a las aulas los estudiantes, docentes y administrativos de los niveles medio superior y superior de la entidad y el 18 de octubre harán lo propio en el nivel básico, en el plantel de la pequeña se había anunciado con anticipación el retorno en primaria y secundaria para este día.
El cubrebocas, la careta, el gel antibacterial y toallas desinfectantes son parque de los insumos de cuidado que deben portar los estudiantes. En el plantel se aplica un filtro de ingreso con toma de temperatura corporal, desinfección y entrega de la responsiva firmada por el padre o tutor con la que se da fe de la buena salud de cada alumno.
En el patio y pasillos de la escuela, se siente de nuevo alegría, con la debida distancia los menores juegan, toman sus clases y se ponen al día sobre lo que ha significado para ellos este cambio, haber pasado un año y medio sin ir a la escuela, sin ver a sus maestras y maestros, sin conocer a sus compañeros, sin usar uniforme y cargar su mochila.
Como muchos o talvez todos, Carola está segura de que “ya quiero venir todos los días, es más divertido, pero dijo la miss que no puedo venir siempre, nos darán turnos, yo quiero tener el primero para venir más”.