Andrea Hernández / Morelia en Línea

Morelia, Michoacán.- La tarde del jueves 14 de julio de 2021 cambió la vida de los habitantes de la comunidad del Arenal, en la tenencia de Atécuaro en Morelia. La lluvia que cayó ocasionó el crecimiento en el cauce del río que atraviesa parte de la comunidad y que a su pasó se llevó sus pertenencias, desde objetos del hogar, ropa y muebles, hasta animales de corral.

Fue pasadas las 20:00 horas de ayer que las autoridades municipales alertaron sobre lo ocurrido en la zona, a la par que los equipos de Protección se trasladaron a la zona en la que afirman brindaron apoyo a las familias afectadas, repartieron cobijas y ofrecieron el traslado de al menos cinco familias a un albergue que, ante la negativa de los pobladores de salir de sus casas, no fue habilitado finalmente.

“nadie nos ofreció ir a ningún albergue, nomás vinieron unas patrullas al borde de la carretera, se tomaron fotos y se fueron. Quedaron en regresar hoy, pero ni modo de estarlos esperando, uno tiene que limpiar y rescatar lo poco se salvó entre el agua y el lodo”, señaló una de las afectadas.

Rodeada de lodo, de ropa y muebles que resultaron inservibles, la señora María de la Paz, a quien el agua y lodo rebasó el metro de altura en su hogar, contó que se encontraba fuera de casa cuando ocurrió el aguacero.

“Yo no estaba en la casa, me fui a rezarle el rosario al patrón que veneramos en Atecuaro. Al llegar a la casa el agua me llegaba a la cintura, tuve que pasar por el puente con el riesgo de que el agua me jalara y vi que se llevó mis cosas, el agua no nos dejaba salir. Nada que nos ofrecieron ir a un albergue, nomas vienen y toman fotos o videos de que vinieron, pero no ofrecen nada, nomas dicen que nos vienen a echar la mano y no vinieron”, aseveró.

Todos coinciden en que nunca habían vivido algo así en esta zona, “si llueve fuerte, sube el agua del río pero nunca hasta”, dicen al ver con tristeza que las cubetadas de agua que arrojan se llevan más pertenencias inservibles.

“La verdad es que nunca había pasado, pero yo creo que es porque allá, más arriba en el cerro han plantado mucho aguacate, siguen sembrando en donde se detenía el agua y ahora acá estamos pagando lo que hacen por allá”, dijo la señora María Feliciana quien en su casa perdió muebles, ropa, zapatos y vio con impotencia como el agua se llevaba pollitos que tenía en un gallinero a espaldas de su vivienda.