Para el presidente Andrés Manuel López Obrador el reclamo de los gobernadores de la Alianza Federalista en materia presupuestal es “una bandera política-electoral”, que busca la inconformidad de la gente con el gobierno de la República y sus partidos obtengan votos, una posición sobre la que dijo:

“Se me hace, la verdad, muy ramplón”.

La consideración surgió a partir de la oferta de diálogo de 10 mandatarios estatales que integran la Alianza Federalista de Gobernadores realizada ayer y al ser planteada durante la conferencia de prensa de hoy al presidente, respondió:

“Claro que dialogamos, siempre y cuando no haya politiquería”.

A lo anterior, agregó:

“Tenemos que ser respetuosos de la investidura presidencial. No es un asunto personal, tiene que ver con la institucionalidad”.

López Obrador reiteró que la Federación nada debe a los gobernadores, un alegato que expuso ayer y en el que hoy profundizó, exponiendo la base legal de la fórmula de coordinación fiscal.

En la conferencia de prensa, estaba presente el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a quien instruyó que hoy mismo detalle las ministraciones por los dos conceptos principales de asignación de presupuesto.

El mandatario reprochó que varios de los gobernadores inconformes hayan votado la Ley de Coordinación Fiscal en 2007; que tienen adeudos con el Servicio de Administración Tributaria por unos 70 mil millones; también con el ISSSTE y Fovissste, aunque precisó, no es el objetivo cobrarles, sólo clarificar.

Además, sostuvo que no se han disminuido las participaciones en términos generales para los estados, e inclusive, destacó la entrega de un fondo compensatorio por 70 mil millones de pesos que ya se les entregó en el contexto de la crisis con el objetivo de contrarrestar la caída de los ingresos petroleros que les impacta a los estados.

“Estamos cumpliendo, todo esto para que la población de esos estados sepa que sí se les están entregando los recursos”, dijo.

Defensa de los recursos federales

López Obrador dedicó una amplia alocución a exponer ciertas características de la Ley de Coordinación Fiscal, pero sobretodo, a la defensa del ejercicio de recursos federales, destacando que estos no serán entregados a los estados pues en su gobierno no hay intermediarios.

Planteó como ejemplos, la transferencia de recursos para carreteras que se reportaban, pero no estaban construidas, o bien, por los recursos de programas sociales que se perdían por corrupción, de ahí que haya decidido no tener intermediarios en la entrega de fondos.

Así, el mandatario planteó como contraargumentos a los de la Alianza Federalista de Gobernadores que piden recursos por recortes presupuestales, pero también, acusan falta de retribución respecto a lo que algunos de esos estados aportan a la federación.

En cuanto a esto último, redundó en la inequidad de las condiciones del país:

“Si se requiere una nueva reforma (a la Ley de Coordinación Fiscal) pues tendría que buscarse un consenso, porque si el gobernador de Nuevo León dice ¨yo tengo derecho a recibir más´, va a haber que quitarle a …

“Lo que quieren es que se le quite a Chiapas o a Oaxaca o a Guerrero, porque mucho del argumento es además de inequitativo, inhumano. Decir ´si nosotros aportamos más a la economía debemos recibir más´, hay otro argumento que es: darle más al que más lo necesita, darles más a los pobres. O ¿queremos un país inequitativo?”

El mandatario expuso que el debate es interesante, que si el congreso resuelve podría darse la reforma constitucional, pero advirtió que no cederá recursos que son federales.

“Si se va a proponer en la reforma quitarle recursos al gobierno federal, pues no lo vamos a permitir”.