Un niño de 13 años con autismo recibió múltiples impactos de bala por parte de policías en Salt Lake City, Utah, quienes respondieron a un llamado de emergencia del 911 hecho por su madre.

Golda Barton, mamá del infante, relató a medios locales que llamó al 911 para pedir un equipo de intervención de crisis porque su hijo, que tiene síndrome de Asperger, estaba sufriendo un episodio de enojo y ansiedad.

“Les dije que mi hijo estaba desarmado, que no tenía ningún objeto consigo, sólo se enoja y comienza a gritar. Es un niño, necesita la atención, no sabe cómo regularse. (…) Se supone que la policía venga para desescalar la situación usando la menor fuerza posible”.

Al arribar, describió Barton, dos oficiales derribaron la puerta frontal de la casa y en menos de cinco minutos gritaron “al piso” antes de disparar múltiples tiros.

La madre informó que su hijo, Linden Cameron, se estaba recuperando ya en un hospital en Utah, por lesiones sufridas en sus hombros, tobillos y sus intestinos.

La policía confirmó que no se encontró un arma en la escena, y a través de un comunicado, la alcalde de Salt Lake Tribune aclaró que se realizaría una investigación de la situación.